Carta de Lord Alfred bruce Douglas a Oscar Wilde
Mi amado, mi mentor, no sabes cómo te
extraño, amanecí con la urgencia de sacarte a bailar un valz sobre los canales
del Sena. La ciudad se ha vaciado y puedes escuchar tus pensamientos. Sopla un
viento tibio del sur y tu sombra camina junto a la mía a pesar de que no estés
aquí. He estado meditándolo y creo que debiéramos tomarnos una semana en París,
nos sentaría bien. Tengo ganas de hacer tanto contigo, por ejemplo, morderte la
oreja, comer en La Femette Marboeuf, pasear por Champs-Elysées o felarte hasta
la deshidratación. Lamento si te ofendí en nuestra última discusión, sabes que
puedo ser impulsivo, por eso mismo la próxima vez que nos encontremos vamos a
caminar tomados de mano hasta la boca del dragón.
[1894]