miércoles, 30 de mayo de 2012

"Es mi corazón el que te habla."






Carta de amor de Josefina de Beauharnais a Napoleón Bonaparte


Navarre, 1810

Mil y mil gracias por no haberme olvidado. Mi hijo acaba de entregarme tu carta. ¡Con qué ansiedad la he leído!; y, sin embargo, ello me ha llevado mucho tiempo, pues todas sus palabras me hacían llorar. Pero esas lágrimas son dulces. He vuelto a recobrar mi corazón, que ya será mío para siempre. Hay ciertos sentimientos que son como la vida, que no pueden terminar mientras no termine esta.
Estoy llena de desesperación al pensar que mi carta del 19 te ha herido. No puedo acordarme ahora de todas sus expresiones, pero sí del triste sentimiento que me las dictó. Era la pena de no tener noticias  tuyas. Te había escrito al salir de la Malmaison y, desde aquel día, ¡cuántas veces pensé en escribirte! Pero me daba cuenta de las razones de tu silencio y temía importunarte con mi carta. La tuya me ha tranquilizado. Ojalá seas feliz, tan feliz como mereces. Es mi corazón el que te habla. Acabas de darme mi felicidad, en cantidad nada despreciable. Nada puede ser más precioso para mí que el presente de tu recuerdo. Adiós, amor mío. Te doy las gracias con tanta ternura como te amo. 

Josefina

lunes, 28 de mayo de 2012

"Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma."




Carta de amor de Simón Bolivar a Manuela Sáenz

10 de abril de 1825

Mi bella y buena Manuela: Cada momento estoy pensando en ti y en el destino que te ha tocado. Yo veo que nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del amor. Lo veo bien, y gimo de tan horrible situacion por ti; porque te debes reconciliar con quien no amabas; y yo porque debo separarme de quien idolatro !!! Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo. Cuando tú eras mía yo te amaba más por tu genio encantador que por tus atractivos deliciosos. Pero ahora ya me parece que una eternidad nos separa porque mi propia determinaciónme ha puesto en el tormento de arrancarme de tu amor, y tu corazón justo nos separa de nosotros mismos, puesto que nos arrancamos el alma que nos daba existencia, dándonos el placer de vivir.

En lo futuro tú estarás sola aunque al lado de tu marido. Yo estaré solo en medio del mundo. Sólo la gloria de habernos vencido será nuestro consuelo. El deber nos dice que ya no somos más culpables!! No, no lo seremos más.
Bolívar

lunes, 21 de mayo de 2012

"Éramos extraños y teníamos que conocernos"




Viena, jueves, 17-8-1882



Mi amada niña:


     Hoy hace ya un mes que mis ojos te espiaban mientras estabas sentada en la terraza de la casa de Philipp, cuando aún no nos conocíamos, y llevamos dos meses siendo novios. Desde entonces han ocurrido muy pocas cosas que puedan contribuir a la unión que anhelamos en realidad. Sin embargo, tampoco hemos desperdiciado el tiempo. Éramos extraños y teníamos que conocernos y vivir algunas cosas juntos, lo cual hemos conseguido, y si los dos podemos conservar nuestra buena salud y no se ocupa algún demonio de destruir nuestros sentimientos, los siguientes aniversarios mensuales nos encontrarán más avanzados en nuestro destino. Para ti, pobre amada mía, la esperanza de ir hacia un futuro mejor tendrá que compensarte por los muchos sacrificios que haces por el momento. Para mí, el valor que tuve para cortejarte se ha visto ya satisfecho con mi buena suerte. Si me permites una petición, te ruego que no seas taciturna ni reticente conmigo, sino que compartas conmigo cualquier infortunio que podamos superar y soportar juntos como amigos y buenos compañeros. Siempre he actuado así, a veces como consecuencia de tu naturaleza delicada, y tú me has dicho que estabas de acuerdo con mi forma de ser […]. Solo la influencia de mi mal humor habitual me lleva a referirme a estas cosas, ya que actualmente no existe discrepancia entre nosotros ni yo albergo el temor de que pueda aparecer, desechando la posibilidad de que en el futuro cualquier acontecimiento lograra separarnos. 

     Solo me duele mi incapacidad para poder demostrarte mi amor, pero mientras mantengas la fe en mí y me ames –y sé que en ambas cosas eres honesta–, no hay duda de que nos llevaremos bien y seremos capaces de gozar tiempos mejores. No te molestes por mi actitud tan seria Marty, pues ya sabes que, en cambio, suelo ser alegre cuando estás conmigo.


     Cariñosos saludos y en espera impaciente de ese monstruoso mes, que tan pronto se desvanecerá en el pasado.


Tuyo, 

Sigmund

miércoles, 16 de mayo de 2012

"Votos de amor eterno."




“Antes de que pudiera darme cuenta Henry me hizo limpiar un cortaplumas con alcohol. Yo lo hice primero, cortándome en la muñeca (todavía conservo una pequeña cicratiz ahí.) Henry cogió la navaja y se pasó un poco con su corte. Nos la arreglamos para intercambiar sangre y votos de amor eterno.”

jueves, 10 de mayo de 2012

"El altar que tú habitas no será profanado por otro ídolo ni otra imagen, aunque fuera la de Dios mismo."




 Carta de amor de Simón Bolivar a Manuela Sáenz

Ibarra, 6 de octubre ( 1826)

Mi encantadora Manuela:

Tu carta del 12 de setiembre me ha encantado: todo es amor en ti.Yo también me ocupo de esta ardiente fiebre que nos debora como a dos niños. Yo, viejo, sufro el mal que ya debía haber olvidado. Tú sola me tienes en este estado. Tú me pides que te diga que NO QUIERO A NADIE. ¡ O no! . A NADIE AMO: A NADIE AMARÉ. El altar que tú habitas no será profanado por otro ídolo ni otra imagen, aunque fuera la de Dios mismo. Tu me has hecho idólatra de la humanidad hermosa o de Manuela. Créeme: te amo y te amaré sola y no mas. No te mates. Vive para mí, y para tí : vive para que consueles a los infelices y a tu amante que suspira por VERTE.
Estoy tan cansado del viaje y de todas las quejas de tu tierra que no tengo tiempo de escribirte con letras chiquititas y CARTAS GRANDOTAS como tú quieres. Pero en recompensa si no rezo, estoy todo el día y la noche entera haciendo meditaciones eternas sobre tus gracias y sobre lo que te amo, sobre mi vuelta y lo que harás y lo que haré cuando nos veamos otra VEZ. No puedo más con la mano. NO SÉ ESCRIBIR.

miércoles, 9 de mayo de 2012

"Nada más que este desmesurado amor mutuo."





 Carta de amor de Sigmund Freud a Martha Bernays


“Querida Martha, qué pobres somos.
Cuando alguien nos pregunte qué bienes poseemos para vivir juntos,
lo único que podremos decir es:
nada más que este desmesurado amor mutuo”. 


martes, 8 de mayo de 2012

"No, no quiero verlo convertido en bronce."


Carta de Aurelia Vélez donde recuerda a su amado Sarmiento al enterarse de la creación de su estatua en Palermo.

“…ese fue mi hombre. Yo lo abracé y lo besé. Apoyé mi cabeza sobre su pecho y él la sostuvo con esas manos enormes y fuertes. Compartí sus incertidumbres y sus angustias. Lo vi dudar y alegrarse. Tuvimos miedo y muchas veces lloramos juntos. Y ahora quedará hecho estatua en medio de esos árboles de los que tantas veces me habló y que yo misma lo vi plantar. No, no quiero verlo convertido en bronce…”

lunes, 7 de mayo de 2012

"Mi vida significa mucho para mí, no quiero que pertenezca a alguien tan alejada."





Carte de amor de Nelson Algren a Simone de Beauvoir

"Uno todavía puede tener los mismos sentimientos hacia alguien y no permitirles que gobiernen o transformen su vida. Amar a una mujer que no te pertenece, que antepone otras cosas y a otras personas, sin que ni siquiera haya una posibilidad de que tú ocupes el primer lugar, es algo que resulta simplemente inaceptable. No me arrepiento de ninguno de los instantes que pasamos juntos.
Pero quiero un tipo diferente de vida. La decepción que sentí hace tres años cuando empecé a darme cuenta de que tu vida pertenecía a Paris y a Sartre… la ha embotado el tiempo. Lo que he intentado hacer desde entonces es apartar mi vida de ti. Mi vida significa mucho para mí, no quiero que pertenezca a alguien tan alejada, alguien a quien sólo veo pocas semanas al año."



viernes, 4 de mayo de 2012

"Ver tu mano tomando la mía que me aseguraba que no debía preocuparme de nada."

 

 

Carta de Yoko Ono a John Lennon

Te extraño John. 27 años han pasado, y todavía deseo poder regresar el tiempo hasta aquel verano de 1980. Recuerdo todo -compartiendo nuestro café matutino, caminando juntos en el parque en un hermoso día, y ver tu mano tomando la mía- que me aseguraba que no debía preocuparme de nada porque nuestra vida era buena. No tenía idea de que la vida estaba a punto de enseñarme la lección más dura de todas. Aprendí el intenso dolor de perder un ser amado de repente, sin previo aviso, y sin tener el tiempo para un último abrazo y la oportunidad de decir "Te Amo" por ultima vez. El dolor y la conmoción de perderte tan de repente esta conmigo cada momento de cada día. Cuando toque el lado de John en nuestra cama la noche del 8 de diciembre de 1980, me di cuenta que seguía tibio. Ese momento ha quedado conmigo en los últimos 27 años -y seguirá conmigo por siempre.

Esta carta se la escribió a Lennon 27 años después de su muerte.
 
 

jueves, 3 de mayo de 2012

"Háblame como cuando me hablabas a oscuras."



 
De Simone de Beauvoir  a Nelson Algren
 

Lunes 3 de octubre

“Nelson, mi amor, el sábado recibí tu carta cuando volvía de dar un largo paseo en coche, y me sentí muy complacida con los recortes que adjuntabas. Lo malo, cariño, es que tengo un serio problema, y creo que debería escribir al consultorio sentimental de un semanario para mujeres: “Querido consultorio, hace un par de años me enamore de un simpático joven de Chicago, un pobre muchacho que no andaba muy bien de la cabeza. De la noche a la mañana se ha convertido en un hombre que tiene un gran éxito internacional, es millonario, lo comparan incluso con Dostoievski. ¿Qué debo hacer para no perder su amor? ¿Acaso tendré que olvidarlo?” 
Tengo un poco de miedo, ya lo ves, y tu última carta era bastante corta y se te notaba muy atareado; puede que te gane el orgullo y que ya no me escribas mas. De todos modos, de momento, mientras se supone que aun me quieres, has de saber que me alegra todo lo que a ti te alegre. Oh Nelson! Soy muy feliz cada vez que te pasa algo bueno; eres un encanto cuando estas contento, querido mío.
Veo una hermosa luna sobre el mar, una luna que poco a poco se acerca a ti: dentro de cinco horas estará en Chicago. Como me gustaría viajar de la mano de la luna por el cielo plateado! Esta noche estoy triste, estoy más triste que una rata. Me da miedo volver a la Bûcherie, me da miedo que tu fantasma me este esperando allí. Todas las noches tengo pesadillas. Recuerdo que una vez, en aquellas charlas que a veces teníamos a oscuras, en la cama, te quedaste asombrado porque te dije que la vida no me resultaba llevadera. “Pues yo pensé que tu vida era bastante fácil”, dijiste. Y a mí me asombro oírte decir tal cosa. Bueno, pues debo decirte, la verdad, que no es nada fácil.
Te anhelo de día y te anhelo de noche, no es nada fácil estar tan lejos de ti, quererte tanto, y ni siquiera tiene sentido decírtelo una vez más. 
(…..) El jueves vuelvo a París en avión. Escríbeme, oh, Dostoievski del brazo de oro, el de División Street. Tengo muchísimas ganas de saber de ti: Cuéntame que fue de japonesita, de la mujer de Chicago, de Conroy, de la madre del monstro, de los amigos de Gary, del librero. Cuéntame cosas de toda aquella gente que me llegó a resultar tan familiar. Y dime que haces durante todo el día. ¿Qué le está pasando  a mi adorable saco de basura? No te vayas, quédate conmigo, háblame como cuando me hablabas a oscuras, como cuando me hablabas también a plena luz del día. Te sigo escuchando amorosamente, te amo mucho, muchísimo, mi amor”.

miércoles, 2 de mayo de 2012

"A mis ojos ninguna mujer puede compararse contigo."





Carta de amor de Pablo Neruda a Albertina Rosa.

Mi niña netocha, no pensaba escribirte hasta que me contestaras mis cartas anteriores, pero, es de noche, hace calor, no puedo dormir.
Tu bello retrato está sobre mi mesa de noche: le hice hacer un marco de madera preciosa: tamarindo, y tus ojos, que creí no irían a verme nunca más me miran noche y día. Es extraño que vuelva a escribirte de esta manera cuando no sé nada de ti, ni de que piensas de mí. Pero, en verdad, todo este largo tiempo has estado cerca de mí, y tu recuerdo me dolía a veces como una herida.
[…] Me estoy cansando de la soledad, y si tú no vienes, trataré de casarme con alguna otra. ¿Te parece eso brutal? No, lo brutal sería que tú no vinieras.
Sabes que tengo cierta pequeña situación social anexa al “Señor Cónsul” y me es fácil notar que esto produce cierta expectación entre las mamás (que a veces tienen lindas hijas). Pero, ¡Oyemé! Nunca he querido a nadie sino a ti, Albertina.
A mis ojos ninguna mujer puede compararse contigo. ¿Estás contenta? […] Cada día, y cada hora de cada día, me pregunto: ¿Vendrá?
Puedes imaginarte que no sé nada de Chile: no recibo ni diarios ni cartas.
Espero recibir bien pronto tus cartas y estar tranquilo contigo o sin ti.
No es verdad, tranquilo sólo contigo y si me quieres.
Tu Pablo.