Carta de amor de Henry Miller a Brenda Venus
1973
Queridísima Brenda:
Esta mañana ha llegado tu
maravillosa, maravillosa carta. La he leído con lágrimas en los ojos. Dios mío,
qué bellamente expresas tus pensamientos y sentimientos. A veces, mientras te
leo, me pongo a temblar y me pregunto: ¿Es posible que hable de mí? ¿Quién soy yo?
¿Quién es ese Henry Miller? Y todas esas cosas. No parece posible que una
persona pueda despertar tanto amor, tanta adulación y adoración. Brenda,
Brenda, me dejas mudo, ante tan amorosa elocuencia mi lengua queda atada.
Me preguntas si veo todo eso en
tus ojos. Naturalmente que sí, amada mía. Todo está escrito en tus ojos. Y en
toda tú. Vibras por todos tus poros, incluso cuando no dices nada. Sabes,
muchas veces me despierto de noche, enciendo la luz y miro tu foto, tu imagen
en la biblioteca. Siempre irradia no sólo belleza sino pureza, integridad,
confianza.
Pienso en ti como en una flor del
profundo sur, con toda su esplendorosa fragancia y aparente fragilidad. En
realidad eres tan fuerte como un tigre y tan peligrosa, si estás enfadada. Mi
visión se debilita. He estado escribiendo sin gafas. Pero con tal de saber de
ti soy capaz de cualquier cosa. Sí mi querida, mi queridísima Brenda, sólo
gracias a ti continúo vivo. Lo sé mejor que nadie.
Sandi siempre me pregunta
amistosamente por ti. Val dice que si puede venir a verme. Me gustaría que
pudieras pasar unos cuantos días en nuestra cabaña. Podrías colar hasta
Monterrey y luego volver. Val iría a buscarte y acompañarte hasta a costa.
Piénsalo.
Te amo, te amo, te amo. Lo eres
todo para mí…Cuando pienso en tu padre canto para mí mismo “Yankee Doodle Dandy”,
pese a que no es exactamente la canción que más pueda gustarle a un sureño.
Pero no sé bien esa magnífica canción rebelde pese a que me agita la sangre
cuando la escucho. “Look away, look away…”
No mires hacia otro lado, querida
Brenda. Míralo todo de frente. Derecho a los ojos, lo bueno y lo malo. Que Dios
sea contigo.
Tu Henry
PD: Espero vivir lo suficiente
para hacer un anuncio contigo, o mejor dicho, para ti.
y por qué hacen públicas las cartas?
ResponderEliminarun saludo cordial