Carta de amor de Elvis Presley a Anita Wood
Mi querida
‘Pequeña’:
Bueno, aquí
estoy. Otra vez en el campo de batalla durante
30 días, créeme, es deprimente. Hay un solo consuelo y es que casi termina y
que regresaré a casa, a mi trabajo, a mis amigos y más que nada a ti, mi
querida. Anita, hay muchas cosas que no puedo decirte por teléfono, así que
intentaré decírtelas ahora. Ante todo no sé qué sientes por mí, ya que dos años
es mucho tiempo en la vida de una jovencita. Pero quiero que sepas que a pesar
de haber estado separados, yo he desarrollado un amor por ti que no puede ser
igualado ni superado por nadie más. Pienso todo el tiempo en ti, mi querida, cada
canción que escucho, cada atardecer me recuerda cuán maravilloso y feliz era
estar juntos. Te digo esto porque quiero que sepas que lo que siento por ti no
ha cambiado, sino que ha crecido más fuerte de lo que jamás pensé. Te lastimé a
veces porque estaba enojado por las cosas que hacías o que yo creía que hacías
y cada vez que esas cosas sucedían yo pensaba que me amabas porque soy conocido
y no por quien soy en verdad. Estas cosas suceden en la vida, amor: malos
entendidos, rupturas y soledad, pero la verdad es que si en realidad estamos
enamorados, Anita, durará, y todas estas cosas serán parte del pasado, aunque
en el futuro también puedan aparecer cosas que nos lastimen a ambos. Es lógico
que suceda. He venido sintiendo en estos últimos meses que tus sentimientos han
cambiado, no sólo por el hecho de no me hayas escrito, sino por el sonido de tu
voz cuando hablamos. La calidez y el amor parecen haber disminuido.
Puede ser mi
imaginación, pero parece como si quisieras decirme algo pero no estuvieras
segura. Espero estar equivocado. Tú sabes, después de haber vivido lo que viví
estos últimos 18 meses uno se pregunta si en verdad alguien lo quiere. Por
favor créeme cuando te digo que eres tú y sólo tú, mi querida. Creo que
mantendrás tu palabra y que si ahora amas a otra persona me lo dirás, como yo
lo haría contigo. Estuve durmiendo afuera en el descampado y tengo fiebre y
amigdalitis otra vez. Estoy escuchando la radio y los muchachos están sentados
alrededor mío con miradas tristes en sus ojos. ¿Recuerdas cuando saltabas para
mí y me hacías reír tanto? Querida, ruego que tu soledad, tus pasiones y tus
deseos no te hayan persuadido a hacer algo que me lastime. Si lo has hecho
necesito que me lo digas ahora. No puedo creer que lo hayas hecho o que lo
vayas a hacer. Estamos todos contando los días para regresar a casa. El motivo
por el cual no quiero verte esa primera noche es porque a pesar de que amo a
mis amigos y a mis parientes, cuando nuestros ojos se encuentren se aferrarán
como una enredadera y no quisiera herir los sentimientos de los demás. Por eso,
por favor querida, entiende. Me ha sorprendido cómo me comprendes. Por eso, mi
querida, si aún sientes lo mismo y si me amas a mí y solo a mí tendremos una
gran vida juntos aunque escuches cosas o leas cosas. Piensa que como bien
dijiste todo el mundo sabe lo que siento por ti. No puedo explicarte cuánto te
deseo y cómo deseo tus labios y tu cuerpo debajo del mío, amor. Puedo sentirlo
en este momento. ¡Las cosas que hemos hecho y el deseo que tenemos por nuestros
cuerpos! Recuerda, querida, el amor verdadero vence a lo largo de los años, no
importa con cuán alto clamor se lo niegue. Lo que merece vivir, vive.
Únicamente tuyo, EP.
(Gracias a María por la traduccion.)
(Gracias a María por la traduccion.)
De nada. Estoy feliz por cómo quedó la traducción, pero mucho más por el contenido de esta carta. "El amor verdadero vence a lo largo de los años."
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