sábado, 25 de agosto de 2012

"No espero que usted me ame, yo no soy digna de su amor."





Jane Clairmont a Lord Byron

“Usted me dice que le escriba brevemente y tengo mucho que decir. Usted también me incita a creer que era un capricho el que hizo que yo amara ser un accesorio para usted. No puede ser un capricho puesto que usted ha sido para mí el año pasado el objeto de meditación al cual dediqué cada momento solitario. No espero que usted me ame, yo no soy digna de su amor. Siento que usted es superior, con todo para mi sorpresa, para mi felicidad, usted reveló pasiones que había creído no vivirían largamente en su pecho.
¿Tendré también que arrepentirme por querer experimentar el deseo de la felicidad? ¿Rechazarla cuando se ofrece?
Puedo aparecer a usted imprudente, viciosa; mis opiniones detestables, mi teoría depravada; pero una cosa, por lo menos, le demostrará el tiempo: que lo amo dulcemente y con afecto, que yo soy incapaz de cualquier cosa que se acerque al sentimiento de venganza o maldad. Le aseguro, en el futuro su voluntad será la mía, y todo que usted quiera hacer o decir, no lo cuestionaré.”


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