viernes, 30 de noviembre de 2012

"La inspiración y la creatividad vienen a mí sólo cuando me abstengo de una mujer."







Frédéric Chopin a Delfina Potocka



Fidelina, mi única, única amada:
Te aburriré de nuevo con mis reflexiones sobre inspiración y creatividad, pero como te habrás dando cuenta, estas reflexiones están directamente ligadas a ti. He reflexionado largamente sobre la inspiración y la creatividad, y lenta, lentamente descubrí la naturaleza esencial de estos dones. La inspiración y la creatividad vienen a mí sólo cuando me abstengo de una mujer por un largo periodo. Cuando, con pasión, he vaciado mi fluido en una mujer hasta secarme, la inspiración me rehuye y las ideas no avanzan en mi mente.
¡Considera cuán extraño y maravilloso es que las mismas energías que van a fertilizar a una mujer y crear un ser humano, puedan destinarse a crear una obra de arte!
Y aún un hombre gasta el precioso fluido de la vida por un momento de éxtasis…


"Me aferro a él como me aferraría a la vida."






Charlotte Bronté a Constantin Heger

8 Enero 1845

"Monsieur, los pobres no necesitan mucho para sustentarse. Piden solamente las migas que caen de la mesa de los ricos. Pero si se les rechazan las migas, mueren de hambre, Nadie, ni yo, necesito mucho afecto de aquellos que ama.
No sabría qué hacer con una amistad entera y completa, no estoy acostumbrada a ella. Pero usted me demostró en otros tiempos un cierto interés, cuando era alumna en Bruselas, y me mantengo aferrada a ese poco interés.
Me aferro a él como me aferraría a la vida."



"A un pobre corazón que está pronto a adorarla. ¿Es tan difícil obtener una respuesta?"





Napoleon a María 

“No he visto más que a usted, no he admirado más que a usted, no deseo más que a usted. Una pronta respuesta para calmar la ardorosa impaciencia. (…)
¿He desagradado a usted, señora? Tenía derecho a esperar lo contrario. Pero, ¿estoy equivocado? Su diligencia amengua, mientras aumenta la mía. Me quita usted el reposo. ¡Oh! De usted un poco de alegría, de felicidad, a un pobre corazón que está pronto a adorarla. ¿Es tan difícil obtener una respuesta?

 Me debe usted dos.”

N…



"¡Ah, te suplico, déjame ver algunos de tus defectos!"





Carta Napoleón  a Josefina


Marmirolo, 17 de Julio

Constantemente acuden a mi memoria tus besos, tus lágrimas, tus cariñosos celos; y los encantos de la incomparable Josefina encienden constantemente una llama ardorosa y vida en mi corazón y mis sentidos. ¿Cuándo, libre de inquietudes y afanes, podré pasar el tiempo a tu lado, solo para amarte, y sin pensar sino en la felicidad de decírtelo y probártelo?... Tengo la esperanza de que muy pronto podrás unirte a mí. Creía amarte hace algunos días: pero, desde que te amo, tengo el convencimiento de amarte mil veces más. Desde que te conozco, te adoro cada día mejor; esto demuestra cómo se equivoca La Bruyére al afirmar, en una de sus máximas, que el amor llega de repente. ¡Ah, te suplico, déjame ver algunos de tus defectos!...
Sé menos hermosa; menos agradable, menos tierna, y sobre todo menos buena, y menos celosa; no llores jamás: tus lágrimas me quitan el sentido y queman mi sangre. Convénceme de que ya no puedo tener un pensamiento que no sea esclavo tuyo. Descansa tranquilamente, restablece pronto tu salud. Ven a unirte conmigo para que, por lo menos, podamos decir antes de nuestra muerte: ¡Fuimos felices tantos días!...
Millones de besos, incluso a Fortunato, a pesar de sus maldades.

"El Principito está muerto."



ANTOINE DE SAINT EXUPERY a ROSAL

Mayo de 1944


"No hay más Principito, hoy día ni jamás. El Principito está muerto o se volvió totalmente escéptico. Un Principito escéptico no es más un Principito. Estoy resentido con usted por estropearlo.
No habrá más cartas, teléfono ni señal. No fui prudente ni pensé que arriesgara pena, pero me lastimé en el rosal cogiendo una rosa. El rosal preguntará: ¿Qué importancia tenía para usted? Ninguna, rosal, ninguna. Nada importa en la vida. No más vida. Adiós rosal"


"A ti debo toda la parte de cielo que he alcanzado en la vida. "



AUGUSTE RODIN Y CAMILLE CLAUDEL


"Te beso las manos, amiga mía, a ti que me regalas goces tan elevados, tan ardientes, junto a ti, mi alma vive llena de fuerza y, en su locura de amor, el respeto hacia ti está siempre por encima de todo. El respeto que tengo por tu carácter, por ti mi Camille, es la causa de mi violenta pasión, no me trates despiadadamente te pido tan poco. No me amenaces y déjate ver que tu dulce mano me muestre tu bondad y me la dejes algunas veces, para que la bese en mis transportes.
No lamento nada. Ni el desenlace que me parece fúnebre, mi vida caerá en un abismo. Pero mi alma ha tenido su florecimiento, tardío por desgracia. Ha sido preciso que te conozca y todo ha cobrado una vida desconocida, mi desvaída existencia ha ardido en un fuego de alegría. Gracias porque a ti debo toda la parte de cielo que he alcanzado en la vida.
Posa tus queridas manos sobre mi rostro, que mi carne sea feliz que mi corazón vuelva a sentir que se derrama tu divino amor. Con qué entusiasmo vivo cuando estoy junto a ti. Junto a ti cuando pienso que todavía tengo esa felicidad, y me compadezco, y en mi cobardía creo que he terminado de ser desgraciado que estoy al final. No tanto que no haya un poco de esperanza tan poca una gota es preciso que aproveche la noche, más tarde, la noche después. Tu mano Camille, no la que se retira, no hay felicidad al tocarla si no es prenda de un poco de tu ternura.
¡Ay! divina belleza, flor que habla, y que ama, flor inteligente, querida mía. Tan buena, de rodillas, ante tu bello cuerpo que abrazo."

Rodin


"Ya no puedo más, no puedo pasar otro día sin verte."






 Auguste Rodin a Camille Claudel
"Mi feroz amiga:

Mi pobre cabeza está muy enferma y ya no puedo levantarme por la mañana. Esta tarde he recorrido (horas) sin encontrarte nuestros lugares. ¡qué dulce me resultaría la muerte! Y qué larga es mi agonía. Por qué no me has esperado en el taller. ¿Dónde vas? cuánto dolor me estaba destinado. Tengo momentos de amnesia en los que sufro menos, pero hoy el dolor permanece implacable. Camille mi bienamada a pesar de todo, a pesar de la locura que siento acercarse y que será obra tuya, si esto continúa. ¿Por qué no me crees? Abandono mi Salón, la escultura. Si pudiera irme a cualquier parte, a un país en el que olvidara, pero no existe. Hay momentos en que francamente creo que te olvidaría. Pero de repente, siento tu terrible poder. Ten piedad malvada. Ya no puedo más, no puedo pasar otro día sin verte. De lo contrario la locura atroz. Se acabó, ya no trabajo, divinidad maléfica, y sin embargo te quiero con furor.
Mi Camille ten la seguridad de que no tengo ninguna amiga, y de que toda mi alma te pertenece.
No puedo convencerte y mis razones son impotentes. Mi sufrimiento no te lo crees, lloro y lo pones en duda. Ya no río desde hace tiempo, ya no canto, todo me resulta insípido e indiferente. Ya estoy muerto y no comprendo las fatigas que he pasado por unas cosas que ahora me son indiferentes. Déjame verte todos los días, será una buena acción y quizá me venga una mejoría, porque sólo tú me puedes salvar con tu generosidad.
No dejes que la horrible y lenta enfermedad se apodere de mi inteligencia, del amor ardiente y tan puro que te tengo en fin piedad querida mía, y tú misma serás recompensada.
"

Rodin

jueves, 22 de noviembre de 2012

"Tu amor me ha hecho el más feliz y el más infeliz de los mortales."

 

Carta de Beethoven a su "amada inmortal"


Incluso cuando estoy en cama mis pensamientos van a hacia ti, mi eternamente querida, ahora y entonces alegremente, después otra vez tristemente, esperando para saber si el Destino oirá nuestra plegaria, para hacer frente a vida que debo vivir en conjunto contigo o nunca verte. Sí, estoy resuelto a ser un extranjero vagabundo hasta que pueda volar a tus brazos y decir que he encontrado mi hogar verdadero con usted y envuelto en tus brazos puedo dejar que mi alma flote hasta el reino de almas bendecidos. 
Ay!, desafortunadamente debe ser así. Debes  estar tranquila, tanto más pues sabes que te soy fiel; ninguna otra mujer podrá nunca poseer mi corazón,  nunca, nunca. Oh Dios, por qué debe uno ser separado de aquella que le es tan querida. Para más, mi vida en Viena  es actualmente desgraciada.Tu amor me ha hecho el más feliz y el más infeliz de los mortales. A mi edad necesito estabilidad y regularidad en mi vida, puede esto coexistir con nuestra relación? Ángel, acabo de oír que va el correo cada día, y por lo tanto debo cerrar ésta, de modo que puedas recibirla inmediatamente. Mantente tranquila; solamente al considerar tranquilamente nuestras vidas podremos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Mantente tranquila, amame, hoy, ayer. Qué nostalgia llena de lágrimas por tí,  por tí,  por tí, mi vida, mi todo. Todos los buenos deseos a tí. Oh, continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado.
Siempre tuyo
Siempre mía
Siempre de ambos
 

"Perdóname por el amor que tengo por tí."




Carta de  Juliette Drouet a Víctor Hugo


Mi querido, amado, he aquí esta carta, muy corta por la forma y muy larga de fondo, pues contiene todos mis sentimientos, todo mi corazón. Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, y eso es todo. No es muy cansado para el espíritu y es muy dulce para el corazón – te quiero.

Mi adorado, me has hecho muy feliz, a veces doblemente feliz, pues compartías mi felicidad. No obstante, tengo un sentimiento de tristeza y de inquietud que no me deja casi nunca, que quisiera ocultártelo siempre, pero esta noche desborda mi pecho, es necesario que te lo muestre. Tengo miedo de ser para siempre una pobre chica. Tengo miedo de que esta inacción en la que vivo desde hace un año, acabe en mi ruina ya iniciada por el fracaso de Marie Tudor. Tengo miedo de que tu aparente tranquilidad en lo que concierne a mi carrera dramática no sea considerada como la más formal confesión que no puedo aspirar a un futuro en mi oficio.


Tu posición y la mía vuelven estos temores en verdaderos tormentos que me obsesiona noche y día, que cambian la naturaleza de mi carácter, que destruyen mi coraje y me quitan toda confianza en la duración de nuestra felicidad. Quisiera estar segura que mis temores son solamente meros temores, y entonces retomaría mi alegría y mi resignación con las dos manos. Pero... ¿quién va decirme la verdad sobre el tema? ¿Tu te atreverás? Te ruego de rodillas. Dime la verdad, nada más que la verdad cualquiera que sea, que sepa al menos dónde estoy en lo que toca mi futuro, que sepa de manera segura lo que piensas de mí. Te pido tu opinión en toda consciencia, te la pido con las manos juntas. Prefiero la certidumbre de mi ruina que la duda. Así pues, no te andes con contemplaciones.


He aquí una carta muy corta por la forma, decía al empezar, porque mi intención era terminarla en te quiero. Pero fui arrastrada por la necesidad de abrirte mi corazón, por dejar escaparse mi aflicción y el desaliento que me devoran desde hace tiempo. Perdona mi flaqueza. Hubiera debido esperar a que ya no estés tan ocupado, pero no lo pude. Perdóname por el amor que tengo por tí.


El temor es también parte del amor más apasionado y más delicado. Es cierto.


Juliette

"Cuando estoy triste pienso en ti, como en invierno se piensa en el sol."

 

 

Carta de Víctor Hugo a Juliette

 7 de marzo de 1833

Te amo, mi pobre angelito, bien lo sabes, y sin embargo quieres que te lo escriba. Tienes razón. Hay que amarse y luego hay que decírselo, y luego hay que escribírselo, y luego hay que besarse en los labios, en los ojos, en todas partes. Tú eres mi adorada Juliette.
Cuando estoy triste pienso en ti, como en invierno se piensa en el sol, y cuando estoy alegre pienso en ti, como a pleno sol se piensa en la sombra. Bien puedes ver, Juliette, que te quiero con toda mi alma.
Tenéis el aire juvenil de un niño, y el aire sabio de una madre, y así yo os envuelvo con todos estos amores a un tiempo.

Besadme, bella Juju!