miércoles, 14 de noviembre de 2012

"Si estuvieras con tus hermosos ojos tristes."




Carta de Amor de Pablo Neruda a Albertina Rosa


¿Qué cosa contarte, mi pequeña, para que te diviertas? Es de noche, y estoy alegre, alegre. Solo en mi casa, en mi casa, que es como una torre llena de ventanas por donde miro la noche llena de estrellas.
No siento cansancio del viaje, a pesar de lo accidentado que fue. A medianoche me escondieron debajo de un catre, ahí estuve helándome cinco horas. Luego un carro de tercera. Nada de principesco. Pero llegué, al fin. Vagué toda la tarde por estas calles que tanto he visto. Por las afueras, anduve y traje grandes atados de violetas que por lo hermosas debieran ser para ti. Qué alegría ver este pasto verde, estos cerros oscuros de las nieblas al atardecer, y sentirme yo, yo mismo, libre de tanta tontería, ágil y solo. ¡Ah!, si estuvieras, Albertina. Si estuvieras, ahora, junto a este brasero que me entibia, si estuvieras con tus hermosos ojos tristes, con tu silencio que tanto me gusta, con tu boca que necesita mis besos.
Ven, pequeña. O, por lo menos, piensa en mí.
Uno, dos, tres, cien besos de tu Pablo.


 

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