martes, 11 de octubre de 2011

Simonetta Vespucci


Las musas son personajes mitológicos que inspiraban a los artistas en la antigüedad. Pero fueron mujeres reales las que inspiraron la creación de las mismas.
Simonetta Vespucci era una de ellas. Fue la gran musa del renacimiento italiano. Inspiro a Botticelli, Leonardo da Vinci, Piero di Cosimo, entre otros. Pocas mujeres pudieron inspirar a tantos artistas en tan pocos años de vida.
Ella es la Venus de “El nacimiento de Venus” de Botticelli.


"El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli

Simonetta nació en Genova en 1453 y a los 15 años se casó con Marco Vespucci (pariente de Américo Vespucio). Ahí entró en una de las familias más prestigiosas de Europa y sobre todo de la ciudad de Florencia.
Florencia estaba gobernada por la dinastía Médici, y en una de sus grandes fiestas, ambas familias se encontraron. Todos quedaron deslumbrados por su belleza y su juventud. Pero un hombre, que trabajaba como pintor para los Médici, quedo enamorado y fuertemente inspirado. El era nada más y nada menos que Sandro Botticelli.
Pero a Sandro no le sería tan fácil conquistarla. Con semejante belleza tendría una fuerte competencia, sin contar, que estaba casada.


Dos retratos de Simonetta por Boticcelli.

Una tarde Giuliano de Médici organizó una justa en nombre de ella, y apareció en escena portando una bandera con su rostro con un yelmo a lo Atenea. Notablemente Giuliano mostraba intereses sobre la joven. Pero no pinto él la bandera, sino su empleado, el enamorado Botticelli.
Al finalizar la justa, y como era de esperarse, sale campeón Giuliano de Medici y la nombró a Simonetta “La mujer mas bella de la Toscana”. Pero nadie se imaginó que luego de recibir ese titulo, solo le quedaría un año de vida. La tuberculosis se apoderaría de ellas, como lo hizo con gran parte de la población de Europa en esos días.
Retrato de Simonetta por Piero di Cosimo

Hasta el mismísimo Lorenzo de Médici escribió sobre ella en sus memorias:

“Su cutis era extremadamente claro, pero no pálido; rosado, pero no rojo. Su porte era serio, sin ser severo; dulce y placentero, sin asomo de coquetería o vulgaridad. Sus ojos vivos, no manifestaban arrogancia ni soberbia. Su cuerpo era finamente proporcionado, y entre las demás mujeres aparecía de superior dignidad y, no obstante, libre de toda clase de formalidad o afectación. Paseando, bailando o en cualquier otro ejercicio que revela toda persona, se movía con elegancia y propiedad. Sus sentimientos eran siempre justos y sorprendentes, tal y como he tratado de revelar con mis sonetos. Siempre hablaba cuando era conveniente y dando opinión tan acertada, que no se podía añadir o quitar a lo que iba diciendo.”


"La primavera" de Botticelli confirma más su admiracion por ella. Todas las mujeres de la obra se parecen notablemente a ella.

Lo interesante es que la tuberculosis, en su etapa terminal, cuando no se le da tratamiento alguno, como ocurría en esos tiempos, produce la denominada “belleza alabastrina”, que afina las facciones, alarga las pestañas y torna la piel de una palidez y suavidad “sobrenaturales”, lo cual hizo aún más bella a Simonetta en sus últimos momentos.
Es esta la estética que inmortalizo Botticelli en todos sus cuadros donde aparece ella. Era una belleza ligada a la muerte. Luego el mismo Botticelli afirmaría aún más su enamoramiento pidiendo que cuando él muera, lo enterraran a los pies de su tumba.

Simonetta Vespucci murió el 26 de abril de 1476 con tal solo 22 años. Pero seguirá viva su belleza, para inspirar a otros artistas, gracias a que Botticelli la inmortalizó para siempre en sus obras.
"Venus y Marte"- Nuevamente Venus es notablemente parecida a ella.


Todas las mujeres son Simonetta. Pero no por parecerse a ella o no, porque en verdad no sabemos como era, solo sabemos como Botticelli la veía. Esos son ojos de enamorado y ahí está la clave. 
Por eso todas son Simonetta, porque toda mujer puede marcar los cánones de belleza de una época, ante los ojos de un hombreenamorado.


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